Telar para tapicería con trozo de paisaje desértico tejido  

Nombre de la persona que la atesora: 

Andrea, 59 años.

Materiales:

Lanas hiladas a mano por artesanas que Andrea conoce. Ella ha teñido las fibras directamente. El bastidor de telar es en madera y tiene clavos sosteniendo la urdimbre.

¿Dónde está guardada?

Actualmente está ubicado sobre un placard en su taller, mirando a las ventanas de este espacio que dan al jardín de su casa. Antes estaba guardado dentro del placard, lo sacó de allí hacia abril del 2023.

¿Cuándo comenzó a hacerse y hace cuánto tiempo está sin hacerse?

Lo inicia en otoño del 2020 en medio de la incertidumbre y la desolación del confinamiento por la pandemia del covid. Ese mismo año lo guarda en el placard. A partir del 2023, el telar parece pedirle a Andrea que lo retome, también por el momento vital que ella está atravesando.

¿Qué huellas ha dejado el objeto textil en el cuerpo de la persona que lo atesora?

El telar le recuerda hoy a Andrea que hay una vitalidad en ella y que no siempre es visible. Le ha permitido revisar esa vida y la ha conectado también con la vitalidad de su propia abuela, que fue quien la crió. Andrea tiene hoy 59 años y es abuela.

¿Qué huellas ha dejado el cuerpo de quien atesora en el objeto sin terminar?

Andrea siente un llamado a darle vida al desierto que ha comenzado a tejer y que lleva 3 años dormido. El telar guarda la latencia de ese llamado.

¿Hay alguna huella del objeto que evoque el espacio que habita?

El telar y el desierto en emergencia miran al jardín del taller de Andrea. Esa vida y esa luz se reflejan en él.

«empece a tejerlo, con la idea de plasmar mi desierto interno»