El ojo de la aguja
Hilar su legado, bordar su nombre, ondear un pañuelo en su memoria, repetir
Dejar que en la tela se borden todos los actos de valentía de nuestros líderes y lideresas sociales, defensores y defensoras de derechos humanos y firmantes de paz.
Bordar para no olvidar
El Ojo de la Aguja es el nombre del memorial y archivo textil de derechos humanos que documenta el asesinato sistemático de personas líderes, defensoras de derechos humanos y firmantes de paz que se presenta en Colombia desde el 1 de diciembre de 2016, fecha en que inició la implementación de los Acuerdos de Paz entre el Estado colombiano y la antigua insurgencia de las Farc-EP.
«Observar a través del ojo de la aguja nuestra propia resistencia,
nuestros dolores y memorias de la guerra»
El Ojo de la Aguja nace en abril de 2017, inspirado por el intercambio de experiencias que se ha tejido con los colectivos mexicanos “Fuentes Rojas: Una víctima, un pañuelo” y “Bordando por la paz y la memoria de México”, que desde el 2011 se han tomado calles y plazas para bordar los nombres y las historias de las víctimas de la violencia de este país, generando una acción ciudadana en contra de la impunidad e indiferencia que ha revitalizado el activismo textil en América Latina, y ampliando redes de solidaridad para la denuncia mediante la consigna: “Somos una voz de hilo y aguja que no se calla”.
Poema El ojo de la aguja de Beatriz Eugenia Andrade Iturribarría.
«Te bordo con hilo rojo para dignificar la vida y reclamar justicia»
El sentido de nuestras puntadas
Dar las puntadas para hilar el legado de cada una de las personas asesinadas ha permitido construir un memorial y archivo textil de derechos humanos que va más allá de las cifras porque nombra, reivindica y dignifica las vidas de quienes han sido silenciadas y silenciados por cuidar y defender los territorios. Desde un sentido crítico de la documentación, el Ojo de la Aguja hace memoria de las luchas de las personas que ya no están y busca reconocer sus vidas desde su quehacer cotidiano, social y político.
¿Qué es el memorial?
El Ojo de la Aguja como memorial es un lugar itinerante de memoria y una acción colectiva que convoca al encuentro en la plaza, la calle, el museo, el barrio o cualquier lugar público para comprender y nombrar la dimensión del daño social y político que implica el asesinato y silenciamiento de los líderes, lideresas, defensores, defensoras de derechos humanos y firmantes de paz. A partir de la acción de exponer los pañuelos bordados con los nombres de quienes han sido asesinados y de la invitación a guiar las agujas para documentar más nombres, sea en el espacio público o privado, se busca crear una memoria colectiva que reconozca la vulneración de los derechos humanos y el legado que cada una de estas personas le han dejado al país.
¿Qué es el archivo textil de derechos humanos?
El Ojo de la Aguja es un archivo de derechos humanos que tiene como soporte la tela y la narrativa textil para registrar, conservar y visibilizar los asesinatos y las graves, masivas y sistemáticas violaciones en contra de quienes ejercen un liderazgo, las cuales se pueden ubicar dentro de los “crímenes de sistema” o “conductas macrocriminales” tipificadas por el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, pues estas se reconocen porque son expresiones de violencias estructurales cometidas de manera sistemática y programada por diversas organizaciones – estatales o no estatales- en contextos de crisis social (Martínez, 2014).
Bordar como acto de resistencia
Las manos no dan abasto para bordar los nombres de quienes nos faltan desde el 1 de diciembre del 2016. Los asesinatos no se detienen. Por esta razón, levantamos nuestras manos y guiamos las agujas en un ritual de resistencia para revelar la ausencia y convertir la impotencia e indignación en fuerza creativa que, en colectivo, borda memoria, visibiliza y exige justicia por las vidas que nos faltan. Este ritual hecho a muchas manos genera espacios de encuentro para la escucha, la empatía y la reflexión en movimiento que permite materializar y proponer desde el ejercicio ciudadano acciones colectivas de cuidado y exigibilidad para la participación política y no estigmatización de los liderazgos que buscan la defensa y cuidado de los territorios en Colombia.
«Bordamos para luchar contra el silencio, la impunidad, la indiferencia»
¿Quién es un líder o lideresa social?
“Un líder o lideresa social es una persona que cuenta con reconocimiento de su comunidad por conducir, coordinar o apoyar procesos o actividades de carácter colectivo que afectan positivamente la vida de su comunidad, mejoran y dignifican sus condiciones de vida o construyen tejido social” (Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales-Universidad Nacional de Colombia, 2018, p. 9).
¿Quién es un defensor o defensora de derechos humanos?
Según el artículo 1 de la Declaración sobre los defensores de derechos humanos, son aquellas personas que de manera individual o colectiva se dedican a “promover y procurar la protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales en los planos nacional e internacional, tanto de forma individual como colectiva” (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 1999).
¿Quiénes son los y las firmantes
de paz?
Los y las firmantes de paz son antiguos integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (Farc-EP) que suscribieron el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera con el Gobierno Nacional.
«Nuestra consigna es: ¡Ni un pañuelo más!»
¿Por qué están siendo silenciados?
Quienes están siendo asesinados por su labor de liderazgo tienen en común que representan o hacen parte de procesos de defensa de los derechos y autonomía de las comunidades sobre sus territorios o luchan por la reivindicación de derechos políticos. De acuerdo a la base de datos que sustenta este memorial y archivo textil se han identificado cuatro acciones de defensa, cuidado de la vida y permanencia en el territorio que permiten referir estos eventos como parte de un fenómeno sistemático de persecución y silenciamiento:
1. Participación en procesos de defensa del territorio
Personas que lideran procesos de defensa de la autonomía de las comunidades sobre sus territorios en términos de derechos sociales, ambientales, étnicos y territoriales. Aquí se encuentran líderes de Juntas de Acción Comunal, de organizaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes que hacen frente a proyectos extractivos que ponen en riesgo los bienes comunes y los modos de vida de las comunidades. También se han identificado líderes de procesos organizativos que defienden y reivindican el trabajo de la minería ancestral y tradicional.
2. Participación en procesos de restitución de tierras
Personas que participan en procesos de exigencia, reconocimiento y reparación de sus derechos sobre la tierra amparadas en la Ley 1448 de 2011 (Ley de Víctimas y Restitución de Tierras). Luchan por el reclamo de los derechos sobre la tierra que les fue despojada en medio del desplazamiento forzado en el conflicto armado colombiano.
3. Participación en procesos de erradicación y sustitución de cultivos de uso ilícito
Personas que en el marco de la implementación del cuarto punto “Solución al problema de las Drogas Ilícitas” de los Acuerdos de Paz entre el Estado colombiano y la antigua insurgencia de las Farc-EP, se han vinculado a procesos de erradicación y sustitución de cultivos de uso ilícito, específicamente de la coca; además se oponen a su erradicación forzada.
4. Integrantes de organizaciones sociales, movimientos y partidos políticos
Personas que cuentan con una pertenencia o filiación política en una organización, movimiento o partido político, luchan por la reivindicación de sus derechos políticos y por la presencia en escenarios de participación ante la estigmatización, la falta de apertura democrática y la violencia política.
«Por cada asesinato una organización social se debilita»
Una propuesta de documentación sin daño
Los procesos de documentación de hechos violentos y de vulneración de derechos humanos en contextos como el colombiano, en los cuales la guerra persiste, los actores armados confluyen y se reordenan, y el número de víctimas pareciera no acabar, implica una acción de compromiso y cuidado. Por eso, partimos del principio de documentar desde la “acción sin daño”, con el fin de que el dolor causado con cada uno de los asesinatos no se olvide, sino que se convierta en bandera de memoria y resistencia.
La documentación sin daño implica:
- Cuidar desde el lenguaje para no promover mensajes de exclusión, estigmatización y/o señalamiento.
- Nombrar para humanizar el dato y visibilizar que las luchas comunitarias se encarnan en cuerpos que están situados en territorios concretos y concentran un acumulado de experiencias valiosas que no son reemplazables.
- Documentar sin premura y con el interés de reivindicar la vida que se ha perdido.
- Revisar, validar y cruzar información que hable de manera clara de las circunstancias en las que ocurrió el asesinato, de ser posible, nombrar a los responsables en los casos en que esto no represente un nuevo riesgo para las comunidades.
- Generar acciones para sensibilizar: bordar – e invitar a bordar- con la esperanza de que al ritmo de la aguja la muerte violenta se detenga y se remiende el entramado social y los procesos comunitarios y organizativos rotos por una guerra que no da tregua.
«Bordo letras, bordo historias. Te bordo y a ti me bordo, paisano muerto…»
Nuestras acciones
«Cada asesinato nos duele no solo por la vida que se apaga, sino porque son acciones violentas que debilitan los caminos para la construcción de la paz»
¿Cómo comenzar a bordar?
El corazón de El Ojo de la Aguja es la mano que borda sobre cada uno de los pañuelos o trozos de tela blanca, de 40 x 40 cm, en los que se escribe con lápiz -para no manchar la tela- el nombre, la fecha, el lugar, el perfil de la persona asesinada y la pertenencia organizativa o comunitaria. Una vez el pañuelo es marcado, se borda con hilo de color rojo. Las puntadas que se emplean dependen del conocimiento y voluntad de quienes se acercan y ofrendan su disposición y tiempo para el bordado.
Guiar El Ojo de la Aguja es muy sencillo. Se puede participar desde cualquier lugar y solo se requieren la voluntad, el tiempo para avanzar y seguir los siguientes pasos:
Para comenzar la labor te inscribes en alguno de los dos formularios que se encuentran después de esta sección. Debes tener en cuenta que si quieres bordar un pañuelo vas a “Quiero bordar un pañuelo” y llenas la información, y si estás en un evento te entregamos un pañuelo para que lo termines de bordar o lo inicies. En cualquiera de los dos casos, te enviaremos o entregaremos la información de una de las personas que tenemos registrada en la base de datos y que aún no ha sido bordada. Si ya bordaste un pañuelo te diriges a “Borde un pañuelo” y completas el formulario.
Los datos sobre la persona asesinada que se escriben en el pañuelo son:
Nombre completo.
Fecha del asesinato.
Lugar (municipio y departamento) del asesinato.
Perfil básico (en qué se desempeñaba y pertenencia organizativa o comunitaria).
Además, en un extremo del pañuelo la persona que borda incluye su firma. Un ejemplo de texto bordado es el siguiente:
Un pañuelo o trozo de tela blanca que debe medir 40 x 40 cm. Generalmente usamos una tela que es mezcla algodón y poliéster que en Colombia conocemos como “género” y que se usa para elaborar sábanas.
Hilo rojo para bordar.
Aguja.
Lápiz para marcar el pañuelo. El tipo de letras y las puntadas son libres, lo único que pedimos es que la letra se conserve en hilo rojo, aunque se pueden incluir más colores si se quieren embellecer los bordes del pañuelo.
Cuando termines de bordar, te comunicas nuevamente al correo y nos ponemos de acuerdo para la entrega del pañuelo.
Para tener en cuenta
Si puedes nos envías fotografías del proceso de bordado y del pañuelo terminado.
Quienes sumamos nuestras puntadas para guiar El Ojo de la Aguja autogestionamos los materiales y no recibimos ninguna retribución económica. Todo el trabajo para hacer posible el encuentro es voluntario. Por último, recordamos que el memorial viaja a donde lo inviten, así que si quieres que El Ojo de la Aguja visite tu territorio o participe de algún evento, puedes comunicarte con el colectivo por cualquiera de nuestras redes.
Bordé un pañuelo
Quiero bordar un pañuelo
Fanzine El ojo de la aguja
Esta pieza gráfica es entregada en los espacios en los que los que el ojo de la aguja está. En ella se condensan los puntos más importantes de esta acción.